Boda destino en Eden Roc: una celebración para los sentidos

Desde el primer instante, la boda de Mariana y Francisco se sintió como un suspiro armonioso entre la naturaleza caribeña y el diseño contemporáneo. Celebrada en el espectacular entorno de Eden Roc Cap Cana, esta experiencia fue mucho más que una boda: fue una inmersión sensorial donde cada detalle visual, gustativo y emocional se orquestó con intención.

La ceremonia frente al mar tuvo lugar bajo un arco exuberante cubierto de flores en tonos lavanda, rosa, azul y blanco. El cielo nublado aportó una atmósfera cinematográfica, mientras los reflejos sobre el espejo de agua multiplicaban la belleza del entorno. Un camino flanqueado por jardines florales guió a los invitados hacia el altar, enmarcando con delicadeza el momento más simbólico de la tarde.

La recepción, montada bajo una carpa blanca de techos ondulados y drapeados flotantes, transformó el espacio en un salón celestial. Desde los chandeliers orgánicos de follaje y flores blancas, hasta las mesas vestidas con vajilla clásica y arreglos en blanco y verde, todo respiraba sofisticación natural.

La noche fue diseñada como una experiencia multisensorial, donde cada detalle despertaba los sentidos y sumaba momentos memorables. Los invitados disfrutaron de una barra de mixología artesanal, una estación de barista con café preparado al gusto y aromas envolventes, y un buffet fresco y balanceado con opciones vibrantes y elegantes. Uno de los grandes aciertos de la velada fue la presencia de una estación de sushi en vivo por Makoto, que deleitó con piezas elaboradas al momento, combinando técnica japonesa y sabor impecable. Todo acompañado de una curaduría musical que evolucionó con la noche: desde cuerdas suaves al atardecer hasta una pista vibrante bajo las estrellas. Así, cada rincón de esta boda destino en Eden Roc Cap Cana fue pensado para sentirse, vivirse y recordarse.

Para Mariana y Francisco, esta boda fue la perfecta representación de su estilo: elegante pero relajado, moderno pero con alma. Y para sus invitados, fue una noche que no solo se vió hermosa, sino que se vivió intensamente.