La boda de Margarita y José Manuel fue la definición de la elegancia clásica: una celebración tradicional, sofisticada y llena de encanto en Portazul de la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Su personalidad discreta y romántica se reflejó en cada detalle, logrando un ambiente armonioso y atemporal.

​

La decoración estuvo protagonizada por una impresionante variedad de flores blancas, con arreglos florales majestuosos y centros de mesa de gran tamaño, que aportaban un aire de frescura y distinción.

​

Los detalles personalizados fueron un sello distintivo de esta celebración. Las servilletas bordadas con las iniciales de los novios añadieron un toque de exclusividad a cada mesa. La propuesta gastronómica, cuidadosamente seleccionada, ofreció un buffet balanceado y exquisito, en sintonía con la elegancia de la ocasión.

​

Con dos días de montaje, cada elemento fue planeado con precisión para garantizar que esta boda muestre la autenticidad y la esencia de los novios.